2ª parada: Estambul

El día 20 llegamos a Estambul. La ciudad nos recibió fría y lluviosa, pero al día siguiente mejoró tímidamente el tiempo. Comenzamos por visitar el Bósforo, ese estrecho maravilloso y tan lleno de vida, que comunica Europa y Asia. Cogimos un ferry y llegamos a la parte asiática de la ciudad, donde comenzamos a ver las mezquitas que pueblan por doquier. Otro ferry nos llevó a la parte de nueva de la ciudad, donde continuamos viendo monumentos.

El 22 realizamos una excursión guiada, en la que recorrimos el palacio de Topkapi, la Mezquita Azul, Santa Sofía y finalizamos en el Gran Bazar.

El resto de días los aprovechamos para callejear todo lo que pudimos , realizar compras, degustar la exquisita gastronomñia turca, y ver un espectáculo místico de Derviches.

Estambul es una ciudad muy curiosa. A medio camino entre lo místico y lo mundano. Con vestigios y riquezas del Imperio otomano, y con callejuelas poibre sacadas de cualquier país de Europa del este. Con sus amplias avenidas y bazares llenos de vida. Con sus mezquitas que llaman a la oración 5 veces al día, y sus calles comerciales llamando al consumismo 12 horas al día. Una ciudad para disfrutar, para perderse en ella, y para vivirla muy intensamente.