Decir que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que en el propio es una obviedad...Si hablamos de ver trajes, en estos momentos, es más fácil verlos deambulando por la mente de ese cadáver político que es Camps.
La puesta de largo de la declaración por cohecho fue muy bien organizada. Me imagino el centro de operaciones del PP en Valencia el día anterior: "Repárteme bien las banderitas para que se vean bellas y ondulantes al paso del president y frente a las cámaras"..."A ver ensayemos todos: President,president..."
Todo eso , junto a la pose de estar más allá del bien y del mal de Camps, y a la pose....esto..la pose...bueno, y junto a Rita Barberá, conformaban la imagen bizarra, chusca y pueblerina de señorito de pueblo que está por encima de la medianía, y que se siente ultrajado ante calumnias, dimes y diretes, que pretenden demostrar, como parece que cada vez está más claro, el cohecho cometido por el "Molt Honorable".
El PP está en la encrucijada de hacer dimitir a alguien que , como parece, ha aceptado regalos por favores, y al mismo tiempo, perder a uno de sus barones autonómicos más poderosos. Quizá si en el pasado hubieran actuado de otra forma ante caso conocidos, como el de Mariano Bermejo, el PP tendría algo de razón en su defensa a ultranza de Camps, pero utilizando el doble rasero que gasta, no tienen ni catadura moral ni razón política, ni si quiera verguenza torera en este caso.
Camps, majo, la próxima vez vete a las rebajas de el Corte Inglés...
