viernes, febrero 19, 2010

Bienvenido Mr Ansar...






Ansar debió pensar que todo el mundo le quiere. Ansar debió pensar que en su campaña de impartir justicia, que en su evangelización de rojos y ateos, que en su aventura vital de acabar con el mal(entendiéndose mal por todo aquello y aquellos que no comulgan con él)no podía haber nadie que no le quiera. Que no puede haber nadie que no le grite: ¡presidente!, que no bese por cada una de las baldosas por las que él camina.

Ansar sigue defendiendo la legalidad de invadir Irak, sigue enrocado en su feliz e infinita idea del que imagina vivir en una mayoría absoluta eterna. Y de repente, el sonido de los gritos que le increpan, cual despertador demoníaco en una madrugada de frío invierno, le devuelve a la realidad terrenal. A esa realidad de tener que seguir combatiendo el mal a punta de "peineta"....

Ansar, haznos un favor al resto de mortales...retírate de la vida pública, llevate a Anita a pasear los domingos por el Retiro, cuéntales tus batallistas a las palomas,y por favor, no vuelvas más....