jueves, abril 30, 2009

Déjame entrar....





A veces el cine europeo te brinda sorpresas, propuestas que se alejan de los convencionalismos, cine de calidad, sugerente, alejado de los mass media, de lo facilón y que invitan a la reflexión.

Es una película sueca, que llega del frío, que está envuelta en esa frialdad, pero no sólo de temperatura, si no de comportamiento, de falta de cariño, de incomprensión. Esta frialdad es la que siente un chaval de 12 años, acosado en el colegio, miembro de una familia desestructurada, que sólo encuentra el calor ante alguien que es diferente como él, aunque esa diferencia sea aún más inquietante.

Estamos ante una película de vampiros atípica, un cuento oscuro, inquietante, que es a la vez una historia de amor adolescente, muy alejada del tratamiento normal que se suele dar a este tipo de historias en el cine contemporáneo. Si huís de historias fáciles, y queréis ver una propuesta diferente y orignal, no dudéis en ver esta película.

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