Supongo que el retorno a casa, la vuelta a determinadas costumbres antiguas, hizo que se despertara cierta nostalgia en mí, de tiempos pasados. Volví a escuchar música antigua, esa que me acompañó en muchas noches de juergas...y mira tú por donde cayó en mis manos el último disco de "Extremoduro": "La ley innata".
No tenía muchas expectativas puestas en él.Extremo siempre fue un grupo cervecero, es decir de noches de juerga , con cañas en la mano, disfrutando a tope del sábado noche. Pero todos los artistas evolucionan, maduran...y este disco es un ejemplo muy claro. Una evolución a mi juicio, del universo de Robe, un disco mcho más arreglado, un caleidoscopio de emociones, que fluye desde momentos muy dulces a momentos tremendos, aderezados con unas letras muy lúcidas y tremendamente acertadas.
Quizá han coincidido el hambre y las ganas de comer, quizá en este momento era el disco que necesitaba, pero me sigue pareciendo un pedazo de disco.Ah...y sobre todo, soprendente el último corte del disco, "Coda flamenca"...una rara avis en Extremoduro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario